viernes, 25 de abril de 2014

Empezar el día con un desayuno saludable

Fuente: www.dorsia.es

El desayuno es la comida más importante del día y lo sabes porque estás cansada de leerlo y oírlo por todas partes. Pero aún así sigues sin tomarlo 2 de cada 3 mañanas igual porque aún no conoces las razones que fundamentan esta regla de oro de cualquier dieta. 



Al despertar, tras una media de ocho horas sin ingerir ningún alimento, necesitamos romper el ayuno porque el cuerpo en ese momento precisa energía y nutrientes.
1)    El desayuno nos ayuda a rendir física e intelectualmente. Con unos niveles de glucosa adecuados en sangre, combatiremos mejor la apatía mañanera.
2)    Nos ayuda a controlar el peso: si no desayunamos, es muy probable que en la siguiente comida nos pasemos de calorías debido al hambre acumulada. 
3)    Nos ayuda a mejorar nuestro estado nutricional. Si no desayunamos de forma correcta, ¿cómo vamos a alcanzar el 100% de las recomendaciones diarias de nutrientes? 



¿Y qué hay que tomar en el desayuno?
Un desayuno saludable debe constar, como mínimo, de:
•   1 ración de producto lácteo 
•   1 ración de cereal
•   1 ración de fruta
Estos tres componentes, forman lo que denominamos "triángulo del desayuno" . ¿Por qué estos 3?
Los lácteos (leche y derivados) aportan una dosis importante de minerales como el calcio, el fósforo y el magnesio, vitaminas liposolubles (A y D) e hidrosolubles (B1, B2, B6 y B12), proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono (sobre todo lactosa) y grasa (sobre todo grasa saturada) que son indispensables para nuestro organismo.
Los cereales son ricos en hidratos de carbono complejos, proteínas, vitaminas, sobre todo del grupo B, minerales como el sodio, el potasio o el magnesio y un escaso contenido en grasas.
Las frutas, ricas en hidratos de carbono sencillos (fructosa, glucosa, etc.), poseen además vitaminas con acción antioxidante (vitamina C y provitamina A), minerales como el potasio y el magnesio, y aportan dos componentes vitales de nuestra dieta: fibra y agua. 
Siempre que respetes este "triángulo" de alimentos, puedes improvisar en tu elección para no aburrirte con la rutina, y si un día desayunas un tazón de cereales con leche y un kiwi, el próximo puedes permitirte una tostada, café con leche y zumo de naranja y el siguiente unas galletas con leche y cacao más una manzana. 
¿Nuestro consejo para que no te saltes el desayuno? Planificarlo con tiempo y dedicarle al menos 15 minutos. No salgas corriendo con lo primero que pilles.
Si además necesitas ayuda para idear una dieta personalizada, no lo dudes y acude a profesionales médicos, ellos son los que mejor te pueden asesorar.

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