jueves, 22 de mayo de 2014

Falsos mitos sobre el agua mineral

Fuente: www.consalud.es

Cada día que pasa la oferta de agua mineral natural en los establecimientos es mayor. Hay más de 100 marcas de agua embotellada, cada una con unas características y compuestos diferentes. El problema es que cuanta más oferta hay, más perdidos se encuentran los consumidores, y los mitos sobre lo que significan los residuos secos del agua, y la posible contaminación de la misma, entre otros, se multiplica. Sin embargo, hay que tener claro unos conceptos básicos sobre el agua mineral natural, para tener claro qué significan las etiquetas y qué debemos comprar.



Muchas personas creen que el agua mineral natural tiene impurezas, pero este mito es completamente falso, ya que como dice su nombre, se generan en zonas naturales, libres y alejadas de la contaminación. Además está envasada y embotellada tal y como la naturaleza nos la proporciona. 




El denominado residuo seco puede confundir a muchos, pero, pese a su nombre, se denomina así a los minerales, que de forma natural, están presentes en el agua. La cantidad que contiene viene indicada en la etiqueta (RS), y a mayor número de residuo, más minerales contendrá el agua, con el consiguiente aporte de beneficios para el cuerpo humano, ya que nuestro cuerpo no fabrica minerales, pero sí los necesita. Hay que aclarar que un bajo residuo, las denominadas de mineralización muy débil, son sólo un tipo de agua, y por lo tanto no se puede afirmar que sean las más sanas, ni que ayuden a adelgazar u ofrezcan ventajas especiales. De hecho, todo lo contrario, ya que según estudios revisados por la Organización Mundial de la Salud, las aguas que no contienen suficientes minerales pueden conllevar riesgos cardiovasculares importantes. Además, instaura unos mínimos recomendados en las aguas de 20mg/l de calcio y 10mg/l de magnesio.

EL SODIO EN EL AGUA MINERAL NATURAL

La cantidad de sodio en el agua es mínima. El 80% de las aguas comercializadas en España contiene menos de 20mg/l, y por lo tanto son aptas para dietas bajas en sodio. Además, la causa directa de exceso de consumo de sodio proviene de las comidas pre-cocinadas, y no del agua. 

Por último, hay que descartar que el sodio del agua provoque retención de líquido, ya que, como hemos afirmado anteriormente, la cantidad es ínfima. 

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