La práctica de ejercicio influye sobre los ritmos circadianos, según revela una investigación que se ha publicado en Chronobiology International. De acuerdo con sus conclusiones, si la actividad física se realiza por la tarde-noche se puede alterar el patrón circadiano, lo que repercutiría sobre la salud del individuo y, por ello, es mejor practicar ejercicio por la mañana.
La exposición a la luz y las horas de las comidas son, junto a la actividad física, los factores que más influyen para sincronizar el reloj biológico interno de las personas. Sin embargo, no se había estudiado todavía la influencia que podría tener la hora a la que se realiza el ejercicio sobre los ritmos circadianos y la salud.
El nuevo estudio contó con la participación de las jugadoras del equipo de rugby femenino de las Squalas de San Javier (Murcia), que practicaron ejercicio físico controlado, que consistió en correr durante 45 minutos, siete días a las nueve de la mañana, y otros siete días a las nueve de la noche.
Se observó que la actividad física por la noche se relacionaba con un retraso de dos horas para alcanzar la etapa en la que el sueño es más profundo y reparador
Los investigadores midieron su temperatura corporal cada diez minutos, y observaron que la actividad física por la noche se relacionaba con una menor amplitud del ritmo biológico y un retraso de dos horas para alcanzar la etapa central del sueño, aquella en la que éste es más profundo y reparador.
Esta alteración, además, conllevaba un mayor adormecimiento por la mañana, y otros trastornos asociados con el envejecimiento y que estudios previos habían relacionado con obesidad y una menor pérdida de peso en el caso de seguir una dieta de adelgazamiento.
Fuente: http://www.webconsultas.com/
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